No consiste en echarle un pulso al paso del tiempo. El tiempo aporta experiencia y nos lleva en muchas ocasiones a la plenitud y estabilidad. Tan solo consiste en eliminar las partes que están en nuestra mano hacerlo.
El mejor resultado se consigue con una valoración individualizada y con un tratamiento combinado, dando resultados más naturales.
Existen principalmente 3 tipos de arrugas:
Arrugas estáticas: Por acentuación de los pliegues naturales de la piel y por el movimiento repetido de los músculos. Visibles incluso en reposo. Se marcan con la edad, a partir de los 30 años, aunque depende de la potencia muscular de cada persona. Se rellenan con ácido hialurónico ayudándonos además a prevenir la aparición de nuevas arrugas.
Arrugas dinámicas: Debido a los movimientos faciales repetitivos como sonreír, fruncir el ceño. Denominadas también de expresión. Comienzan a los 25 años aproximadamente. Se tratan con toxina botulínica.
Arrugas gravitatorias: Debidas al envejecimiento como consecuencia de la pérdida de elasticidad y gravedad. A partir de los 40 años. Se tratan con hilos tensores y ácido hialurónico.
El mejor resultado se consigue con una valoración individualizada y con un tratamiento combinado, dando resultados más naturales.
No le eches un pulso al tiempo, tan solo elimina tus arrugas para enfrentarte a su paso de una manera más bonita.
Comenta si quieres saber más sobre prevención y tratamiento de los distintos tipos de arrugas.