Cualquier lugar es perfecto para escaparse. Ambas ciudades comparten muchas similitudes, pero también diferencias. Sin embargo, hay una característica que está relacionada con la personalidad del romano y el griego: su nariz.
Existen diferentes tipos de nariz: griega, romana, celestial, aguileña, … y aunque puede destacar de forma positiva y armónica en nuestro rostro, existen perfiles que no son bien aceptados por el que lo padece
Para abordar este problema estético, existe la rinomodelación, que es la forma no quirúrgica mediante el relleno dérmico en regiones estratégicas de la nariz. Con esta técnica se moldea alguna deformidad o protuberancia elevando la punta de la nariz, reduciendo o eliminando el caballete nasal, rectificando el dorso de la nariz o corrigiendo desniveles para conseguir la armonización del rostro.
Para ello necesitamos 15 minutos (una sola sesión), ácido hialurónico, anestesia local, una valoración previa adecuada y las manos de un médico estético de confianza. La duración aproximada es de 18-24 meses.
Una escapada a Roma o Grecia si solo disponemos de 15 minutos es difícil, pero podemos traernos un cachito de la misma, o mejor dicho, su nariz.
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